Hace 6 siglos fue considerado como un lugar sagrado para la gente purépecha y que en la actualidad se encuentra protegido por su inmutable belleza.
Este cuerpo de agua se encuentra dentro del parque nacional homónimo, el cual tiene una extensión de 9.65 hectáreas. El Lago de Camécuaro en sí es alimentado por una serie de manantiales naturales, lo que da como resultado que sus aguas sean impresionantemente cristalinas y que la vegetación a su alrededor sea muy popular entre los visitantes.
Dentro del parque existen instalaciones adecuadas para practicar la natación en albercas de aguas termales o dar un paseo en lancha. Así mismo es un lugar apropiado para acampar si el visitante así lo desea o bien te recomendamos seguir tu recorrido y hospedarte en Morelia, una hermosa ciudad colonial imperdible en tu visita a Michoacán.